En este caso la pelea es un poco desproporcionada, pero el rinoceronte es tan trepidante que creo que ningún escritor de novelas de aventuras en el África Negra habrá dejado de incluir una carga de este acorazado viviente. Pena que tan fantástico ser - digno de pelear con dragones - esté en vías de extinción por la acción de la locura humana...
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