Si mis recuerdos no me engañan, cuando yo era niño, en el número 5 o el 7 de la calle Mateo García - donde yo vivía - había un chalet que tenía una placa con dos sencillas palabras: Estudios Moro. Repito que tal vez me engañe la memoria, pero ese nombre, junto con el del Sobre Verde - la papelería de la calle Alcalá donde descubrí mis primeros amores - son nombres que me llevan de vuelta a la infancia y me dan todo el sabor agridulce de la memoria.
Os pido que echéis una ojeada al artículo del País, porque me he llevado la sorpresa al leer muchos más de los personajes que crearon los hermanos Moro: el Lobo, Quinito, los Pezqueñines...
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/01/14/actualidad/1421224694_964544.html
Por casualidad, justo antes de Navidad publiqué esta imagen. Ahora uno de sus autores nos ha abandonado (su hermano lo hizo ya en 2007)
Solo me queda decir: Gracias por toda la ilusión y la miel que pusisteis en mi infancia.
Mi recuerdo del Mago de los Sueños siempre estará unido al placer que sentí al verlo.
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