Siempre me gustó la historia de Tobías y Rafael, aunque también me llama la atención de que a Tobías se le represente muchas veces como a un niño cuando, si no me equivoco, se casa en el transcurso de la historia. En la primera imagen es curioso el contraste entre el ángel arrebatado por el viento que le arrebola las telas y el pelo, y el muchacho con su pez que avanza tan tranquilamente.
184.- La pesca de Tobías
185.- Tobías recupera la vista.
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