Al verlos me pregunto cuantos miles de miles de recordatorios se habrán diseñado, impreso y regalado desde su invención? Uno para la abuela, dos para la madrina, cinco para los primos... La abuela lo pondría en el misal, y el tio Pepe los echaría a un cajón. En ambos casos se juntarían con los recordatorios de defunción y posiblemente con alguna esquela recortada del periódico - o a lo mejor, si la familia era importante en su ciudad - con alguna nota recortada con la puesta en largo de la primogenita o la orla universitaria del que había hecho carrera de la familia.
No hay, por desgracia, en ellos ningún dato que nos permita ficharlos con mucho detalle, ya que los dos siguen virgenes como el primer dia que salieron de la imprenta, aunque en el primero se indica que está hecho en la imprenta Guardia, de Barcelona, y su autor es Alex. El segundo, la verdad, me recuerda a los personajes de Cuto - que si no me equivoco era de Freixas - y que me perdonen los eruditos si estoy confundido.
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